Conversiones al Islam

Mujeres españolas que dan el paso

Pertenecer a otro lugar de origen puede ser suficiente para sufrir un caso de xenofobia. Vestir otro color de piel y otra fisonomía corporal puede ser suficiente para ser victima de un episodio de racismo. Querer disfrutar de la vida, según una determinada orientación sexual, puede ser suficiente para soportar alguna de las múltiples variantes de la homofobia.

Pero, ¿qué sucede si tenemos otra ideología o creencias?, ¿a qué se puede enfrentar una persona con devoción por un determinado culto o religión? En el caso de los seguidores del Islam, al intentar integrarse en una sociedad como la española tienen por delante un kilométrico camino para lograr su objetivo. Antes deben superar el peaje de la Islamofobia.

Una de las expresiones de rechazo al diferente por sus creencias, según estudios recientes, registra porcentajes nada insignificantes como un 70% en la modalidad del denominado ciberodio o un 29% off líne. Es decir, discriminación, violencia y ofensa es una de las elevadas respuestas con la que podemos tropezar al navegar por internet o abrir una red social. O, algo más sencillo, al intentar desarrollar fuera de la red una vida hermanada con la diversidad y la tolerancia. 

La islamofobia es uno de los síndromes, que concentra un poco odio y otro tanto de discriminación contra las personas que optan por unas determinadas creencias religiosas y costumbres procedentes de la cultura islámica. Y no son pocos los casos que se registran de agresión y violencia contra miembros de esta amplia comunidad. En especial, cuando se encuentra en otros países como los occidentales.

Caso Nohalia Pérez

Pero, en esta misma latitud, personas nacidas y educadas en España también deciden aparcar la influencia cristiana y convertirse al Islam. Es el caso de Nohalia Pérez, mujer de origen español, que dio este importante paso en su vida por motivos muy personales. Un giro de 180 grados que también conllevó aparejado un distanciamiento de personas de su círculo social y soportar los primeros episodios de islamofobia. Toda una experiencia.

Sin embargo, resulta paradójico sufrir en primera persona incidentes marcados por la discriminación en tu propio país, en ese lugar donde se localizan tus raíces, en el punto de partida de tu existencia por el simple hecho de elegir unas creencias ajenas al ADN cultural. Un transparente cristal que demuestra el bajo umbral de tolerancia colectiva ante otros modelos de vida.  

Es evidente que, en esta película, la ignorancia protagoniza un destacado papel. Desgraciadamente, nada tiene de ficción y mucho de realismo. Secuencias marcadas por el desconocimiento que activan mecanismos de defensa, no se sabe muy bien contra qué, para condenar a la oscura celda de la exclusión a quienes se sienten más identificados con un culto que con otro.   

Resulta indiscutible que la islamofobia se ha trasformado en una de las alargadas sombras que persigue a aquellas personas que eligen un determinado credo y descartan otro en España o Europa. En escenarios en los que se presume, sin pausa, de derechos y libertades. Aunque, como es sabido, una cosa es la teoría y otra bien distinta es la práctica; en particular, cuando se intentan ejercer ciertas libertades individuales sobre un terreno no abonado para ello.

Podcast

 

(Entrevista a Nohalia Pérez, mujer española que decidió convertirse al Islam por motivos muy personales y miembro de la Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes, en el programa Contraparte, dedicado a los derechos humanos en Onda Cero Radio). 

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