Sinuosa ruta migrante

¿Cómo llegar a EEUU guiada por SMS?

(Foto: UN/News)

Millones de personas tomaron la misma decisión. Millones de personas también miraron al norte como una oportunidad para la existencia. Millones de personas han padecido las consecuencias de una travesía larga, arriesgada y repleta de incertidumbres. Y, por desgracia, algunas han perdido la vida en la experiencia de la sinuosa e incierta ruta migrante.

Salir del profundo pozo en el que se han convertido los países de Centroamérica es en sí un ansiado objetivo para seres humanos de Guatemala, Nicaragua, Honduras o El Salvador. En una de las áreas fronterizas que separa a estos dos últimos países vivía Rocío.

Una noche del mes de diciembre de 2018 había dejado todo preparado para el día siguiente. A ella y a su pequeño de menos de diez años les espera un largo viaje. Un recorrido de miles de kilómetros hasta la frontera de México con Estados Unidos. El objetivo se antojaba duro, difícil y peligroso. Casi un mes atravesando países donde la inseguridad y la violencia es una de las características de su ADN.

Había contratado los servicios de un ‘Coyote’ (un guía informal) para que le guiarse durante la larga travesía. Que le proporcionase un mínimo de seguridad a lo largo del recorrido. A fin de cuentas, si hay alguna certidumbre es que el grado de exposición, el grado de vulnerabilidad es siempre elevado: ella y su hijo cruzando caminos, carreteras y rutas absolutamente desconocidas, repletas de incontables amenazas a todos los niveles. Para conseguir los servicios de un ‘coyote’ se vio en la obligación de ahorrar durante varios años, además de pedir ayuda económica a toda la familia hasta completar la cantidad exigida antes de partir.  Una auténtica hipoteca en plena casilla de salida.

Nuevos métodos

Los tiempos cambian y las formulas de comunicación también. Las nuevas tecnologías jugaron un papel trascendental. No hubo, en ningún momento, contacto físico con el ‘coyote’. Cada instrucción o cada paso era comunicado por un escueto mensaje SMS en el teléfono móvil. A esas indicaciones se tuvo que aferrar para lograr su objetivo. No esconde que, en ocasiones, le pudo la desconfianza y el miedo ante la falta de una comunicación más física y menos virtual. Sin duda, hubo momentos que temió por la vida de su pequeño y la suya propia.

Un caudaloso río, que muchas y muchos no logran pasar de una orilla a otra, y un puesto fronterizo deshumanizado era otro de los puntos de parada obligada en el mapa de una mujer inmigrante. Una mujer que hoy en día se encuentra residiendo, pendiente de regularizar su situación, en la ciudad de Dallas, en el Estado de Texas.

Rocío González es uno de los ejemplos, un nítido espejo de la realidad que viven y padecen un gran número de personas en una hermosa Centroamérica, secuestrada por la violencia de las pandillas, el tráfico de seres humanos o la pobreza. Representa a una de tantas mujeres expulsadas de su tierra, obligadas a exiliarse a miles de kilómetros persiguiendo una mínima oportunidad.  Responde al perfil de una madre que desea el mejor futuro para su hijo aunque ello suponga arriesgarlo todo en la temida ruta del migrante.

Podcast

(Entrevista en el programa Contraparte a Rocío González, mujer inmigrante salvadoreña, que hizo solo acompañada por su hijo la ruta migrante a Estados Unidos durante 20 días)

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