De Centroamérica a EEUU
Cuando una persona decide migrar de su lugar de origen cabe pensar que, inicialmente, lo hace para buscar nuevos horizontes donde las puertas de las oportunidades se abren con mayor facilidad. Sin embargo, en millones de casos de no es así, no se trata de una búsqueda. Más bien todo lo contrario: hablamos de una huida en toda regla. De una las pocas fórmulas para evadirse de una realidad que aprieta hasta la asfixia.
Los efectos que la violencia sistémica, con fenómenos como las pandillas o las redes de trata de personas en Centroamérica, la pobreza o la desigualdad obligan a muchas personas a improvisar una salida forzada. A inventar un nuevo futuro. A dibujar en un papel en blanco un presente carente de amenazas y riesgos severos.
En esta disyuntiva se han visto atrapados, según las investigaciones de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL), apoyada por la FAO de Naciones Unidas, más de 17 millones seres humanos que han optado por poner rumbo norte en la brújula de sus vidas.
Riesgos incesantes
De por medio hay que sortear una peligrosa travesía repleta de incertidumbres: asaltos, engaños o violaciones forman parte del juego, de la relación de posibles hechos de los que son víctimas miles de inmigrantes. Inmigrantes que esperan alcanzar su objetivo a pesar de que el precio sea demasiado elevado porque una vuelta atrás solo supone regresar a esa inhóspita realidad ya conocida. A un lugar donde la sensación de secuestro no cesa.
En este contexto, alcanzar una frontera como la que separa México de Estados Unidos es el símbolo del triunfo, de haber superado casi todas las etapas de un sinuoso camino, de seguir vivo después de todo. Aunque, a partir de ahora, el reto se presenta más exigente, si cabe: habrá que vencer los elevados muros de la discriminación, de la xenofobia o del rechazo. Fronteras invisibles, de muy distinto grosor, que solo valores como la integración o la tolerancia pueden borrar de la realidad de una persona que, entre sus pocos documentos, porta el pasaporte de inmigrante.
Contraparte 87 – Nuevos horizontes
(Programa dedicado a los derechos humanos y la solidaridad en Onda Cero Radio).