Sin medicamentos en farmacias y centros de salud
(Foto: Pietro Chekal/Médicos del Mundo)
Las consecuencias de las absurdas guerras generan un mayor impacto sobre los seres más inocentes. No se conoce un solo conflicto bélico que no se cobre víctimas y personas afectadas de la sociedad civil. Y, en la mayoría de los casos, la cadena de problemas se sucede y acaban siendo crónicos durante años y años.
En Ucrania se libra una preocupante invasión, por parte de Rusia, que sigue agrandando el nivel de necesidades de los seres humanos que no han podido o han decidido quedarse en su país, a pesar de las balas y las bombas de los últimos tiempos.
La ONG Médicos del Mundo, una de las tantas organizaciones de Ayuda Humanitaria que trabajan en terreno, alerta de que no solo es perentoria la situación sanitaria para atender a los ucranianos y ucranianas afectadas por los efectos de la guerra sino también el acceso a medicamentos básicos se ha convertido en un asunto de primer orden. De este modo, curarse en Ucrania es cada vez más complicado.
Las anomalías en la producción y suministro de los medicamentos forman parte de una las graves circunstancias que pone en serio riesgo la situación clínica de un gran número de pacientes. Algunos de los productores nacionales ya no funcionan o tienen una producción muy limitada. Además, hay interrupciones o suspensión del funcionamiento de servicios básicos como internet o el mal funcionamiento de equipos informáticos que complican la emisión de recetas o derivar a los pacientes a otros servicios.
Impacto
El número de personas desplazadas internas supera la escalofriante cifra de los de seis millones de personas. Una gran parte afronta dificultades para garantizar un alojamiento, comida, ropa y otros gastos, sin ingresos por falta trabajo. Esta coyuntura impide o limita a estas personas poder comprar medicamentos prescritos y, por tanto, quedan sujetos a la capacidad de respuesta de la ayuda humanitaria. Pero, las organizaciones desplazadas en terreno también sufren el impacto de recursos muy limitados o la falta de una producción normalizada de fármacos básicos para abordar los problemas más elementales de salud de la población ucraniana.
Durante todo este periodo de conflicto, la escalada de violencia y los ataques tanto aéreos como terrestres han registrado un nivel de destrucción extraordinario. Se han llevado por delante la vida de cientos de miles personas mientras que otras tantas han sufrido heridas y secuelas por las lesiones registradas en el transcurso de las hostilidades. En este contexto, 631 infraestructuras de salud se han visto seriamente afectadas.
La violencia armada también ha impactado, especialmente, contra centros de salud y personal sanitario: 82 ataques han sido contra transporte sanitario como ambulancias y 61 de ellos contra personal sanitario, según la OMS.
De este modo, la atención más básica de salud en este territorio devastado no es más que un bonito recuerdo para miles de personas atrapadas en un conflicto en el que encontrar un medicamento se considera misión imposible. Curarse en Ucrania se ha convertido en un auténtico reto.
Podcast
(Entrevista con José Félix Hoyo, vicepresidente de Médicos del Mundo en España, en Contraparte, espacio dedicado a los derechos humanos y solidaridad en Onda Cero).