La guerra en Ucrania continua
El conflicto que libra en territorio ucraniano, tras la invasión del ejército ruso, sigue siendo una fábrica de seres humanos damnificados. Continua generando una marea de refugiados de Ucrania: algunos optan por quedarse y encomendarse al factor suerte. Otras se ven obligados a moverse, a buscar otro lugar o país para asegurar el patrimonio más importante: la vida.
Se estima actualmente que más 17 millones de personas ya necesitan ayuda humanitaria. De ellas, se calcula más de 6 millones son desplazadas internas y casi 8 millones de personas se encuentran refugiadas en algún país de Europa. Una gran mayoría están compuestas por mujeres, niños o personas mayores; desgraciadamente, un alto porcentaje ha sufrido el desgarro de la separación familiar.
Uno de los países fronterizos que recibe un gran volumen de refugiados es Moldavia. Es uno de los objetivos de un importante número de seres humanos que huyen de las letales consecuencias de la guerra. Desde marzo 2022, Plan Internacional está respondiendo a esta crisis con varias intervenciones dentro de Ucrania, en Moldavia, Polonia y Rumanía. Principalmente, la respuesta se centra en las necesidades específicas de niñas, niños, adolescentes y mujeres.
Refugiados de Ucrania en Moldavia
Dichos esfuerzos de esta ONG se invierten en distribuir bienes de primera necesidad a los refugiados de Ucrania para poder afrontar la crudeza del frío invierno, servicios y actividades de protección infantil con apoyo psicológico y salud mental o prevención de la violencia de género.
Asimismo, se implementan mecanismos de rendiciones de cuentas, participación e incidencia con el “Youth Report Initiative”. Esta iniciativa garantiza una participación significativa y continua de la población afectada en las decisiones que le incumben directamente y para fortalecer las capacidades locales de respuesta a la crisis.
Dicho de otra forma: el acogimiento en Moldavía de refugiados de Ucrania permite a los residentes locales dar su opinión, por un lado, sobre la gestión de este proceso. Y, por otro lado, sobre las pautas más recomendables incentivar un modelo de convivencia enriquecedor y ajeno a los conflictos derivados de las diferencias culturales, entre otros factores.
Un gran refugio que intenta de no obviar el criterio de quien contribuye, con generosidad, a la acogida de seres humanos en su propias casas o se esfuerza por integrarlos en su realidad. Todo un ejemplo del ejercicio de la solidaridad.
Podcast
(Entrevista con Concha López, directora general de la ONG Plan Internacional España, en espacio Contraparte, dedicado a los derechos humanos y la solidaridad en Onda Cero)