Algunas cosas nunca cambian…
Amina era ciudadana de Larache, localidad norteña de Marruecos. Tenía dos opciones. Enterrarse en vida o acabar con una tortura asegurada por una de las mayores injusticias conocidas para ser humano: la agresión sexual. Por norma, esta serie de casos se ceban con las personas más vulnerables sin apenas opción para poder defender la parcela más íntima. Continuar leyendo «Algunas cosas nunca cambian…»