Primera ‘legislatura’ para Agareso

Han pasado cuatro años y la sensación de escasa contribución al desarrollo es crónica.  Todas las inversiones en recursos humanos, materiales y técnicos son insuficientes ante una insaciable demanda de necesidades sociales y humanas. Aquel siete de mayo de 2008, una larga lista de nombres, fieles al compromiso, estampó la firma sobre un documento fundacional para dar vida a la ONGD Agareso Reporteros Galegos Solidarios – en el despacho de abogados del generoso Jorge Paladino, ubicado en la ciudad de Pontevedra.

Desde entonces, los esfuerzos no fueron pocos para mantenerse en una línea de continuo crecimiento sin sufrir serios desvanecimientos. Hubo que nadar contracorriente en un periodo de incipiente crisis, agravada con el paso de los años. Se puede decir que el nacimiento del colectivo acompasó los primeros signos de un frenazo económico que ha se dejado notar en todos los sentidos…

 El segundo sector con mayor destrucción de empleo, según datos oficiales, se acabó convirtiendo en objetivo prioritario de una iniciativa vinculada al voluntariado y solidaridad con la irrenunciable convicción de cumplir con los principios más elementales del periodismo, y mejorar así una deteriorada imagen de la profesión, tan dañada por los intereses políticos y mercantilistas de las empresas de comunicación.

La experiencia desembocó en un proyecto de modestos aunque efectivos resultados. Nunca han faltado las ambiciones de instalarse en la consolidación y convertir a la comunicación en una reconocida herramienta de desarrollo: «Un bonito axioma en estado espera».

Afortunadamente, algunos pasos han convertido sus huellas en importantes precedentes en la forma de entender y practicar un oficio entregado, por completo, a la visibilización y sensibilización de la lucha contra la pobreza, defensa de los Derechos Humanos o Ayuda Oficial al Desarrollo.

Otra cosa, bien diferente, ha sido el nivel de permeabilidad que el concepto de Comunicación para el Desarrollo (CpD) ha obtenido en el seno de las ONG´s y organizaciones e instituciones sociales. ¿Aislados o incomprendidos? o ¿las dos cosas?

En principio, tan solo se logró visualizar un proyecto integrado por comunicadores profesionales como ‘una mera tabla de salvamento’ para los departamentos o áreas de comunicación de las organizaciones. Una percepción todavía asentada en el imaginario colectivo. Una extendida idea  de otorgar el derecho a ocupar el espacio natural, sin extralimitarse, con la única misión de producir reportajes para publicarlos en los principales medios por una supuesta influencia, al entender que trabajar en las redacciones de periódicos, radios o televisiones es una ‘ideal’ condición de privilegio.

Transcurridos varios años, cuatro para ser exactos, demostrar que Agareso es algo más que un cómodo vehículo para llegar a la opinión pública con “las virtudes de mis acciones o mis proyectos” se ha convertido en una auténtica obsesión. Programas integrales de CpD en centros penitenciarios como A Lama, con una emisora de radio en servicio a nivel interno; capacitación de personas con discapacidad en habilidades comunicativas o talleres de radio con enfoque medioambiental en comunidades del Bajo Lempa (El Salvador)  avalan la teoría de la que ONGD de reporteros garantiza una utilidad social.

El determinante esfuerzo de un centenar de voluntarios/socios, colaboradores, corresponsales en países de Latinoamérica y África ha logrado posicionar una vocación solidaria en un territorio propio de legitimidad en el campo de la acción social, cooperación, comunicación y desarrollo…

En el pasado reciente, las oportunidades de intervención y participación en los procesos  de cooperación internacional han abierto las puertas a los representantes de la comunicación en escenarios tan dispares como Galicia, España, Marruecos, Campos de Refugiados Saharuis, Ecuador, Golfo de Fonseca (El Salvaldor, Nicaragua y Honduras), Ucrania, Repubica Dominicana, Guatemala, Perú, México, Palestina/Israel, Cabo Verde o Guinea Bissau, entre otros lugares.

La organización Agareso acaba de cumplir el tiempo estipulado para una legislatura. Y lo ha hecho con demostrada capacidad de resistencia ante las complejidades de sobrevivir de los ideales del compromiso en tiempos de crisis. Pero, esta clase de travesias generan un débito impagable. Por ello, solo queda reconocer una eterna deuda con cada uno de los miembros que componen la red de reporteros y mantener intacta la ilusión del «primer amor» (Cita del maestro Xosé Cuns en su ponencia de la primera convención celebarada en A Lanzada – O Grove 2008).

Tampoco podemos olvidar a las personas que, en su decisión de subir y bajar a lo largo del complicado trayecto, aportaron riqueza personal, talento y una edificante profesionalidad a un proyecto con inquebrantables deseos de sumar un mayor número de legislaturas en su historia.

El paso del tiempo juzgará si la creación de  la ONGD Agareso fue o no una idea interesante; una organización necesaria o prescindible. ¿Beneficiosa o infructuosa a nivel social?…. Si corren buenos tiempos o no para «ser un fiel aliado con la esperanza del futuro».

Toneladas de injusticia

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Video blog – El abundante número de toneladas de medicinas desperdiciadas al contenedor de reciclaje forma parte de una conducta carente de solidaridad con los pueblos y sociedades sometidas al infortunio  de la imposibilidad de acceder a unos servicios sanitarios básicos.  Nos deshacemos de fármacos una incorrecta cultura de consumo y, en ocasiones, una mala planificación de las terapias recomendadas para curar una dolencia o enfermedad.

Esto desentona con la realidad que viven en otros lugares donde la Malaria o VIH/Sida se ceban con millares de personas que ven imposibilitado el derecho a recibir una atención médica. Sobre todo este desequilibrio reflexionamos en #Referencias.

Manifestaciones de la entelequia

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La tramitación de una Reforma Laboral del gobierno de España ha concentrado a millares de personas en las calles de las diversas ciudades del país. Tampoco existieron dudas en como secundar de una u otra manera la Huelga General. Todos/as los presentes estaban convencidos que muscular la movilización social era necesaria para defender tanto los intereses colectivos como individuales. Continuar leyendo «Manifestaciones de la entelequia»

El exponente del decrecimiento

FOESSA confirma que la tasa de pobreza en España (21,8%) es una de las más elevadas de la Unión Europea. Ya lo hemos logrado a base de insistir: «los pobres son más pobres». Se detecta una disminución en el umbral de pobreza que redujo el nivel de renta en 200 euros. Hemos pasado de los 8.000 euros (2009) a los 7.800 (2010).

Seguimos añadiendo datos preocupantes con un incremento de la exclusión social, ya que en 2010 afectaba a 11.675.000 personas estaban en riesgo de pobreza en España, es decir, la cuarta parte de la población (25,5%).

La precariedad de la calidad de vida también se ve confirmada por el incremento de personas atendidas en los servicios de Acogida de Cáritas, que pasaron de 400.000 en 2007a 950.000 en 2010.

El derecho al empleo es un derecho básico en clara decadencia. Los parados juveniles, los de larga duración y el desempleo femenino crecen con paso firme a datos hacia un retroceso social catastrófico. Preocupante es el caso de los denominados  “trabajadores pobres”, es decir personas que, aunque tiene empleo, están por debajo del umbral de la pobreza relativa. En España, hay 940.000 personas en esa situación, en condiciones de privación severa de desarrollo personal y colectiva.

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Las distancia entre los universos de la pobreza y la riqueza continúan abriendo más la herida de la desigualdad. Sobre terreno tropezamos con numerosos ejemplos: Cruz Roja en la provincia de Pontevedra ha reorientado sus acciones priorizando en paliar antes que prevenir las duras consecuencias que la crisis económica provoca en incontables familias.

La estampa del desempleo en familia y la deficiencia de recursos comienzan a ser una constante que, lejos de decrecer, aumenta sin mecanismos que logren neutralizar una ‘bofetada’ diaria.

Los comedores sociales aumentan en un 20% el número de comensales que, cada jornada, se sientan a una mesa servida por la solidaridad alimenticia. Casualmente, el mismo porcentaje mencionado es el que, en el año 2011, fija el recorte efectivo de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD).

Da la sensación de que no existe una solución efectiva y equilibrada a medio plazo. En una espiral de desesperación, cada mañana recuperamos los problemas sociales con los que nos hemos acostado, por mucho que algunos desde las administraciones piensen que el paso de las noches es útil para borrar de la realidad cotidiana aquello que resulta “muy incomodo para gobernar»…

El exponente del decrecimiento multiplica de forma imparable hacia el infinito. Un desgraciado laberinto en el que muchos pueblos y sociedades llevan sumergidos desde hace décadas por factores de muy diversa condición y naturaleza. Ahora que la pobreza se instala con crudeza en nuestra realidad, y con previsión de hacerlo por un largo espacio de tiempo, estamos obligados a corregir una absurda teoría colectiva que situaba la principal amenaza global en el escenario de otras personas con las que podíamos o no solidarizarnos con ellas en la distancia.

Pero, admitir que han fallado las coordenadas del GPS es comenzar a reconocer que hemos infravalorado un grave problema humano por mero etnocentrísmo. Otra cuestión bien distinta es armar una solución que dé respuesta a las necesidades de una lucha real contra las causas y consecuencias de la probreza, tanto en el sur como en el norte…

‘Mazmorras’ hondureñas

El desastre humano de la cárcel de Comayagua, en pleno corazón de Honduras, es fruto de una falta de «todo» en el cumplimiento de los Derechos Humanos. La cifra podría acariciar los cuatro centenares de muertos atrapados en un incendio de un centro penitenciario que, por las características conocidas, más bien representaría a los presidios de antaño. Un espacio de reclusión convertido en una ratonera mortal ante la ausencia manifiesta de responsabilidad gubernamental, administrativa y profesional.

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El alcalde de las capacidades

Domingos Dosil quiso cerrar su ciclo vital siendo fiel a la homonimia de su nombre. Se marchó un domingo para formar parte de las inmortales referencias en los avances más progresistas que ha experimentado el universo de la discapacidad en Galicia.

Fundo con un sacrificio impagable la Confederación Galega de Persoas con Discapacidade (COGAMI). Tuvo la capacidad de aplicar las virtudes de la política, bien entendida, a la conformación de una red, sumergida en continuos desencuentros ante la imposibilidad de armonizar y canalizar las reivindicaciones de las personas con discapacidad.

Desde la ría de Muros y Noia, lograba alcanzar un nivel de inspiración social que le empujo a tejer una malla de asociaciones que representasen las múltiples realidades del ámbito de la discapacidad. Solo era cuestión de emplear con elevada capacidad una conciliación de micro realidades dentro de una gran realidad social.

El infatigable trabajo no ofreció resultados de forma inminente. Como suele ser habitual en los grandes proyectos “los primeros avances se hacen esperar para desesperación de sus fundadores o creadores”. Haciendo gala de una elevada paciencia, mucha paciencia, y habilitando la mente para hacer un buen uso de la inteligencia, recorrió un largo camino escogiendo las carreteras secundarias. Consideraba que, en este proyecto social, había espacio para todo y para todos/as.

La percepción colectiva de vivir en la misma residencia con una discapacidad comenzó a mudar de piel hacia posiciones y visiones más integradoras. Fue una talla labrada a conciencia con una inalterable abnegación. Estimó forzoso invertir el tesón necesario para no abandonar el objetivo de levantar uno de los pilares del Bienestar Social, a base de inyectarle cada mañana una cantidad de hormigón.

Recién cumplida la mayoría de edad, una mala brazada en la playa le sentó en una silla de ruedas para toda la vida. A pesar de la severa limitación, entendió que afrontar una paraplejia no era sinónimo de sumergirse en las profundidades de la exclusión social. Luchó y consiguió convencer a una sociedad ‘en pañales’ que la discapacidad no es más que una circunstancia más de la vida.

Las acciones por visibilizar, y no solo visibilizar sino también sensibilizar a personas con capacidad de decisión en las administraciones públicas desembocó en una conversión en las formas de gestionar los servicios sociales , por aquel entonces muy hermanados con el criterio asistencialista. 

No prescindió de lo andado, aunque se esforzó por modificar algunos itinerarios en el mapa social que, hoy en día, han sido asumidos y absorbidos por nuestro modelo de convivencia. Dosil fue un fiel creyente  en la política y sus beneficiosas consecuencias. Tanto es así que acabo siendo alcalde de su villa natal. Otro nuevo golpe a la normalización de la discapacidad.

Derribo los muros desde Muros de las conciencias más intolerantes e inflexibles. Por el camino dejo a voces que buscaba su desaliento y desmoralización. Pero, como buen estratega, dosificó todos los esfuerzos a disposición para gobernar como ‘un  alcalde de las capacidades’.