Hace unos días recibíamos un zarpazo procedente de Guatemala. El orfanato Hogar Seguro (que resulto no serlo tanto), de titularidad estatal, se convirtió en un infierno en vida para centenares de niñas que sufrían abusos, violaciones, vejaciones y malnutrición de forma regular. Lo anormal era lo contrario. Por este motivo, el Día Internacional de la Mujer, las menores recluidas en este centro decidieron plantar fuego a los colchones en protesta por el maltrato a todos los niveles.