Las mexicanas vuelven a velar a una mujer víctima de la violencia machista, del feminicidio más atroz que se conoce. Es una de las amenazantes realidades con las que conviven a diario: cada mañana, tarde y noche. Cualquier situación, por nimia que parezca, puede derivar en una desaparición o en el asesinato de una mujer.