Ser niño en algunas partes del mundo es sinónimo de nacer en franca desventaja. A todos los efectos. Si repasamos el mapa de realidades sociales y humanas encontramos que más de un 50% de escenarios están sometidos al dictado de la pobreza. Analizar uno por uno no sería una tarea sencilla. Por eso, en esta ocasión, quiero ampliar la lupa sobre una ciudad como Alepo y la guerra que azota a los seres humanos que se encuentran atrapados en un territorio como Siria.
¿Qué sucede cuando la solidaridad falla?
La realidad de la Haití no difiere, en exceso, a los meses posteriores al atroz movimiento sísmico que registró en el año 2010. Desde entonces, las cosas no han podido ir a peor. Recientemente, el huracán Matthew volvió a cebarse con esta zona malograda del Caribe. Las personas que residen, en esa parte de la isla, no han tenido una mínima oportunidad de levantar cabeza ante la falta de un apoyo internacional y una buena gestión de los problemas generados por los desastres naturales como es el caso de Naciones Unidas.
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Un diagnóstico eterno
El asunto de los Derechos Humanos se ha convertido en el argumento más prostituido de la política internacional. En la base de una denuncia casi perfecta, inapelable, indiscutible de un país a otro suele encontrarse este fundamento. De esa forma, cualquier medida o intervención, por muy beligerante que ésta sea, estará debidamente justificada. Otra cosa bien distinta pasa por el cumplimiento real.
Detrás de las palabras están los hechos
¿Cuántos refugiados vendrán finalmente a España? El compromiso del gobierno es que, en una primera tanda, llegasen 150 personas desde Grecia y 50 desde Italia. Para este año 2016 deberá recalar 16.000 personas en la península. Continuar leyendo «Detrás de las palabras están los hechos»
‘In memoriam’ para el Payaso de Aleppo
La posibilidad de un alto fuego en territorio Sirio ya llega tarde. El número de víctimas registradas en los cruentos combates o en las endiabladas travesías como refugiados, a estas alturas, transcurridos cinco años, no concede espacio para la alegría. Es cierto que (de ser cierto) haría renacer las esperanzas de futuro para quienes decidieron quedarse, en medio de las balas, pero también para aquellos que tomaron el rumbo de una insolidaria Europa; jugándose la vida a una carta, lanzando una moneda al aire o, simplemente, formando parte de una peligrosa rueda de la fortuna.