Una factura secular

 Las consecuencias de la Violencia Machista trascienden, sin remedio, a las piezas más vulnerables del núcleo familiar: los niños. Las agresiones, las coacciones o el sometimiento del que se considera marido o compañero sentimental incide en el equilibrio emocional de los mas pequeños.
Es una dramática situación para madres e hijos. Las primeras por recibir los efectos de la agresión de forma directa. Y los segundos por ver, sufrir y callar ante una injusticia continuada en el tiempo. Quien ejerce violencia secuestra libertades para vivir. Quien agrede lesiona la autoestima y las ilusiones de existir.

Aprender a convivir con un clima de terrorismo doméstico solo deriva en un mismo resultado: Violencia genera más violencia. Y la espiral no se detiene de forma improvisada. Es en este punto donde los agentes externos y especializados deben intervenir para evitar un empeoramiento de la situación.
Crecer rodeado de tensión y agresividad solo logra convertirnos en personas inseguras, complejas e introvertidas como medida de defensa. Por contra, soportar estos indeseados escenarios solo produce cicatrices en lo físico, psicológico y emocional, con la consiguiente inhabilitación para ser una misma.
La sociedad tiene múltiples problemas sociales aunque la violencia machista no deja de ser otra factura pendiente, desde hace siglos, con las mujeres del planeta.
Solo cabe una salida: resolver una deuda antes de que transcurra un nuevo siglo

¡Adopta tolerancia!

Las adopciones tienen múltiples posibilidades. En sus objetivos debe encontrar, de forma irrenunciable, la elección de compartir la vida familiar con un pequeño o pequeña con escasas opciones en el contexto de sus padres biológicos. Bien sea por una causa u otra la principal obligación – como seres humanos – no puede despegarse de la responsabilidad y el compromiso con un proyecto de desarrollo personal. El resto son aspectos o características secundarias: el país de origen, las raíces culturales, las tonalidades de la tez de la piel…

Las adopciones internacionales deben partir de la tolerancia y solidaridad

La solidaridad y el intercambio cultural puede y está en disposición de presentar varias fórmulas sociales. Todas ellas son muy hermosas y factibles. Solo es cuestión de evolucionar y olvidar la absurda sensación de que uno está ubicado en el epicentro del planeta de las oportunidades y la riqueza material. Se recomienda descartar estereotipos del estilo: la abundancia contrarresta la pobreza. Un error muy común para quienes observan este problema global con enorme distancia.

Adopciones en una u otra dirección es otro de esos necesarios avances para transformar la conciencia colectiva en un espacio abierto y plural. Los nuevos pasos hacia la tolerancia e igualdad parten de los gestos individuales con resonancia a nivel colectivo.

 El amalgama de colores de piel y la riqueza de sus culturas solo sugiere compartir y convivir sin inventar elementos de discriminación.

 ¡Adopta tolerancia!